Desde la entrada en vigor de la DMA, la calidad del agua ha mejorado en toda Europa. Los instrumentos nacionales vigentes también se han integrado a nivel transfronterizo y expandido. Sin embargo, las mejoras son lentas. El cambio climático tiene un efecto negativo sobre la calidad del agua, por tanto, es necesario seguir prestando atención a estas cuestiones. Para alcanzar los objetivos de la DMA, es necesaria la colaboración entre todas las partes implicadas. La postura de la Asociación Europea del Agua (EWA) sobre la DMA y la revisión a la que está siendo sometida incluye 8 aspectos:
- Asegurar la continuación de la DMA, también después del 2027
Cada Estado miembro ha de hacer lo posible por mantener o aumentar sus aspiraciones y conseguir un buen estado. Los planes hidrológicos de cuenca han de actualizarse cada 6 años. Incluso si se alcanza un buen estado, siguen siendo necesarias las actualizaciones debido al cambio climático.
Según la EWA, el Parlamento debe considerar preguntar a la Comisión cómo puede garantizarse que esta cuestión sea parte del proceso de revisión.
- Establecer objetivos intermedios alcanzables, basados en plazos de ejecución realistas, es clave para los respectivos ciclos de gestión
Establecer objetivos alcanzables y que permitan informar sobre su consecución, precisa un mayor desarrollo del anterior enfoque de objetivos de implantación y la participación de partes interesadas.
Los resultados del segundo ciclo de planificación hidrológica muestran que las aguas europeas siguen sometidas a presiones de diversas fuentes. Para garantizar la gestión sostenible de los recursos hídricos, son necesarias políticas adicionales.
- Implantar el principio eliminatorio one-out-all-out (una masa de agua se encuentra en buen estado solo si todos los indicadores de calidad se encuentran en buen estado)
El proceso de revisión también ha de considerar cómo se puede dar visibilidad a las mejoras en componentes individuales de la evaluación de cara al futuro. El Parlamento debe considerar la implantación de objetivos intermedios. Cuando se apliquen, deben establecerse dos puntos de referencia: uno para medir lo que queda para alcanzar el buen estado y otro para medir el progreso realizado en cuanto al objetivo intermedio.
- Explicar el principio de no-deterioro
El proceso de revisión debe utilizarse para hacer más factible la aplicación de este instrumento de prevención del deterioro. Las sentencias sobre el principio de no deterioro emitidas por el Tribunal Europeo de Justicia dejan cuestiones no resueltas respecto a este tema. Son necesarias nuevas directrices sobre su aplicación en la evaluación del estado químico de las masas de agua.
- Abordar las presiones sobre los recursos hídricos
Se están llevando a cabo importantes esfuerzos para reducir la contaminación de fuentes puntuales. Pero no se ha hecho mucho para abordar cuestiones como la contaminación de fuentes difusas y la hidromorfología. Es necesario abordarlas para avanzar hacia los objetivos de la DMA.
- Seguimiento
El artículo 8 de la DMA establece que los Estados miembros velarán por el establecimiento de programas de seguimiento del estado de las aguas. Parte del seguimiento de parámetros químicos y físicos puede hacerse de forma remota. Existe demanda de un inventario científico y técnico. El Parlamento ha de pedir a la Comisión que realice un inventario, necesario para garantizar el seguimiento.
- Evaluar la obligación de llevar a cabo una eliminación gradual de forma efectiva
La contaminación del agua por sustancias peligrosas prioritarias continúa siendo un reto. Las medidas dispuestas no siempre han sido efectivas. La efectividad de la eliminación gradual de las sustancias peligrosas prioritarias y cómo mejorarla es una cuestión pendiente.
- Armonización de la DMA con otras normativas europeas
Es necesaria una mayor integración y armonización de las normativas europeas existentes con la DMA. Con ello se rentabilizarán los esfuerzos a la vez que se reduce la burocracia.